La idea de crear Clínicas en el ámbito jurídico encuentra su fundamento en el importante papel que tienen las Clínicas en la enseñanza de las Facultades de Medicina. Del mismo modo que en el ámbito de la salud, la forma más eficaz de enseñar a los estudiantes de Derecho las diferentes disciplinas es poner en práctica sus conocimientos teóricos con clientes y casos reales -learning by doing- y desarrollando, en ese contexto, las competencias y habilidades específicas que le serán exigidas en su futuro profesional.
Con carácter general, las Clínicas Jurídicas tratan temas muy diversos: la protección de los derechos humanos, de los consumidores y usuarios, de los sectores más vulnerables, del asesoramiento de pequeñas y medianas empresas, de los derechos de los inmigrantes, colaboraciones con los despachos en los pro bono, temas medioambientales, etc. En cualquier caso, la búsqueda de una solución o de una decisión correcta en estas materias exige una metodología y un procedimiento de identificación, análisis y deliberación sobre los valores, los derechos, los deberes y las normas en juego.
En la Clínica Jurídica del Centro de Estudios Garrigues queremos centrarnos en el ámbito de las personas con discapacidad y su tutela jurídica. El principal objetivo sería trabajar con las instituciones que amparan a estos colectivos y ponernos a su disposición para colaborar en temas en los que puedan requerir asesoramiento o acompañamiento.
Dada la relevante coyuntura económica y social que ha provocado el COVID-19, esta será una gran oportunidad para prestar nuestro servicio y ayuda a los más vulnerables y afectados por esta crisis.
La metodología clínica tiene como objetivo el acceso de los estudiantes de Derecho a la práctica real, convirtiendo al estudiante en protagonista activo de su proceso de formación. El propio aprendizaje del alumno es el eje que sirve de guía en la formación universitaria. Así, al mismo tiempo que se refuerzan sus enseñanzas teóricas, se adquieren las capacidades profesionales específicas y necesarias en la práctica litigiosa, de negociación o de técnica legislativa o jurisprudencial, todo ello bajo la supervisión de profesores expertos en cada materia y, en situaciones reales y multidisciplinares, que son relevantes para la sociedad. El objetivo es aprender a aprender, enseñar lo que realmente se puede aprender con eficacia y situado en contextos reales. Si recordamos las palabras del Dr. Marañón, para quien aprender no consiste en “recibir los hechos y prenderlos en la memoria, sino saberlos buscar por uno mismo, saber criticarlos, dudar de ellos cuando es preciso y acaso prescindir airosamente de lo que parecía verdad”, podemos concluir que los hechos son la esencia de un aprendizaje clínico.
Algunas de las notas fundamentales que definen las Clínicas Jurídicas, en su función pedagógica y social, son:
De este modo, se forman juristas preparados y competentes que, además, adquieren valores y se sensibilizan y solidarizan con los problemas de su entorno, conscientes de su rol transformador, humanizando la profesión de abogado. Son muchas las universidades en todo el mundo que están incorporando el componente clínico en la formación de sus alumnos como un elemento trascendental y diferenciador.
La Ley 34/2006, de 30 de octubre, sobre el acceso a las profesiones de Abogado y Procurador de los Tribunales dispone que la evaluación de los cursos de formación para los abogados debe acreditar “el conocimiento de las respectivas normas deontológicas y profesionales” (artículo 4.2 en relación con el artículo 7). La referencia, por tanto, debe ser la enseñanza basada en dos pilares fundamentales: la integridad en el ejercicio de la profesión y el obrar según ciencia y conciencia.
Para la consecución de estos objetivos se requiere, por un lado, de vocación solidaria por parte de los alumnos y profesionales implicados para poder dar respuesta a la mayor cantidad de cuestiones jurídicas prestando un trato personalizado y cercano a aquel que lo requiera, tratando de entender sus circunstancias sociales y personales y sus necesidades legales. Además, es necesaria una actitud proactiva con respecto a la búsqueda de información, al entendimiento del asesorado y a la comprensión de la situación que atraviesan estas personas, por tanto, es muy importante ser conscientes de la responsabilidad que adquirimos al formar parte de este proyecto, ya que no es meramente profesional sino también —de hecho, en su gran mayoría— social.
Consulta el Protocolo de actuación de la Clínica Jurídica
Para la consecución de los objetivos de la Clínica Jurídica, se desarrollarán los siguientes trabajos y actividades en las que participarán tanto los estudiantes como los profesores y profesionales implicados:
Cualquier asociación, ONG o colectivo que requiera de los servicios de la Clínica Jurídica, podrá solicitar nuestra colaboración cumplimentando la solicitud online o remitirla por correo electrónico, detallando el motivo de la consulta y el problema jurídico que se plantea.
La Dirección de la Clínica Jurídica estudiará el encaje de la solicitud entre las actividades de la Clínica y asignará un equipo de trabajo en caso de ser aceptada.
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